Tengo muy bajo el umbral del dolor
siempre me lo han dicho.
No soporto ver un buitre en espera
que acabe de morir un niño hambriento.
Ni soporto la mirada de una madre
que ve llorar al hijo que se le muere en brazos.
No me llegan las fuerzas
para mirar al viejo tirado en las esquinas
o al que pide en mi puerta
sin mirarme a la cara.
No tengo aguante para escuchar
los discursos del poder de siempre
ni los de te quiero entre cojines
que llevan la navaja en el relleno.
Tengo el umbral del dolor
en el mismo punto
en que tengo el de la vergüenza.
Begoña Abad
siempre me lo han dicho.
No soporto ver un buitre en espera
que acabe de morir un niño hambriento.
Ni soporto la mirada de una madre
que ve llorar al hijo que se le muere en brazos.
No me llegan las fuerzas
para mirar al viejo tirado en las esquinas
o al que pide en mi puerta
sin mirarme a la cara.
No tengo aguante para escuchar
los discursos del poder de siempre
ni los de te quiero entre cojines
que llevan la navaja en el relleno.
Tengo el umbral del dolor
en el mismo punto
en que tengo el de la vergüenza.
Begoña Abad
Por desgracia el humbral del dolor ageno lo tiene la mayoría de la gente tan alto que nada lo supera, sólo así se explica que el mundo sea como es.
ResponderEliminarCuánta razón tienes Eva! Esperemos que eso cambie y para todo el mundo el dolor ajeno sea insoportable!!!
ResponderEliminarQué reflexivo!!! Muy bueno.
ResponderEliminarSaludo.
Andri
Muchísimas gracias Andri!!! Saludos.
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