domingo, 1 de julio de 2012

Y NO HAY NADA PEOR QUE UN DEMASIADO TARDE

Tengo muy bajo el umbral del dolor 
siempre me lo han dicho. 
No soporto ver un buitre en espera 
que acabe de morir un niño hambriento. 
Ni soporto la mirada de una madre 
que ve llorar al hijo que se le muere en brazos. 
No me llegan las fuerzas 
para mirar al viejo tirado en las esquinas 
o al que pide en mi puerta 
sin mirarme a la cara. 
No tengo aguante para escuchar 
los discursos del poder de siempre 
ni los de te quiero entre cojines 
que llevan la navaja en el relleno. 
Tengo el umbral del dolor 
en el mismo punto 
en que tengo el de la vergüenza. 


Begoña Abad

4 comentarios:

  1. Por desgracia el humbral del dolor ageno lo tiene la mayoría de la gente tan alto que nada lo supera, sólo así se explica que el mundo sea como es.

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  2. Cuánta razón tienes Eva! Esperemos que eso cambie y para todo el mundo el dolor ajeno sea insoportable!!!

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  3. Qué reflexivo!!! Muy bueno.

    Saludo.

    Andri

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  4. Muchísimas gracias Andri!!! Saludos.

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