martes, 4 de noviembre de 2014

ELLA, RAYUELA DE TRIÁNGULO INVERTIDO

Pocas primaveras como esta:
la hierba angostando los caminos,
agua y luz
ruedan abrazadas
en las alcobas secretas
de los tallos.
Y arriba los vencejos
puntas de flecha
(gritos sin herida).
 
Ella camina cubierta la cabeza
con un pañuelo
del color del columpio
en que juegan los niños.
 
Y mi vida, gravemente quieta,
como un vagón sobre las vías
echa a rodar
con su mismo
ruido amarillo.

José María Parreño