Esta tarde he quedado.
No dejo de pensar y me humedezco
por un rocío íntimo y brillante.
Ha pasado otras veces.
Casi al llegar las ocho,
desde el telefonillo
su voz y la palabra "abre".
Un par de coca-colas, el sofá,
un "¿por qué no nos vamos a la cama?".
Unos cuantos orgasmos y la siesta.
El adiós de la puerta y el "nos vemos".
Lo mejor es su mano
rendida en mi cadera mientras duerme.
Inmaculada Pelegrín
No se puede decir más con menos. Habría que ser un extraterrestre de Microlón para no darse cuenta de ello.
ResponderEliminarDecir mucho con pocas palabras es un arte... “Perdóneme que le haya escrito una carta larga porque para una corta no he tenido el tiempo.” Goethe
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