Alargaré mis brazos como ramas
y con ellos rodearé el mar, tus fantasías
y aquella tarde en que por vez primera
de una gota de agua nació el fuego.
Alargaré mis brazos si me dejas
defender la soledad con que te escribo
cada verso, cada tarde, cada océano
acurrucado en las sombras de tu cuerpo.
Alargaré mis brazos muy callado
y regresaré al mismo silencio donde siempre
te recuerdo las mismas veces que te olvido:
el no-lugar donde te sueño.
Ese no-lugar donde te sueño
es tu voz sobre las olas meciendo la tristeza,
el amor invisible que navega a tu lado
sin apenas rozarte.
La noche que sonríe mientras te hiere
con rituales que recorren la flor de tu cuerpo.
Tu ser-de-vuelo, tu secreto en el mar
ahora se desangra y te abre los labios
para que yo muera en ellos de manera inexacta
como la voz sobre las olas cuando mece tu tristeza
en un tiempo en que tú ni eras todavía.
Antonio J. Mialdea
"Qué podés hacer, salvo amarme
ResponderEliminarsalvo apretar tu corazón contra mi corazón..."
salvo alargar tus brazos y rescatarme.
(Adaptación de un poema de EMC)
Me encanta la entrada!!
Hamón.
Acurrucada en mi regazo de los sueños
ResponderEliminarcada noche siento que en mis brazos
te haces agua en suspiros de alivio...
y bebo sediento del aliento de tu boca
susurrando en tus oídos los secretos
que humedecen de rocío las mañanas...
Te beso
Gracias por proponer algunos de mis versos. Saludos
ResponderEliminarMe gusta tu poesía Antonio, desde hace años, cuando la leí, entraste a formar parte de mis poetas favoritos. La disfruto y uso habitualmente... Muchas gracias. Un abrazo.
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