BEBE ESTA MIEL AMOR
Sólo reinaba ella entre las sábanas
alborotadas por la noche cómplice.
...Se revolvía más que una raposa
mordiéndole y lamiendo y enlazándole
con sus dientes, su boca y sus largas uñas.
Su voz de niña le engañó. Decía:
bebe esta miel amor, mueve la lengua;
y luego se sentó sobre su boca
que inundó de sabor y de ambrosía
una vez y otra vez.
Hasta la aurora aguantó sin desmayo: se fundía
en la cama y la ducha. No cesó
de acariciarle el sexo y las espaldas.
Y pedía: oh no dejes a tu dueña:
quiero sentir tu vida en la garganta.
J.A. Goytisolo
La imagen habla por si sola y tus palabras la envuelven de la forma más hermosa...
ResponderEliminarGoytisolo no tiene fin, su expresión es magnífica.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Dice un bolero: ...
ResponderEliminarNo pretendo ser tu dueña, no soy nada, yo no tengo vanidad, de mi vida doy lo bueno, que otra cosa puedo dar... Pasarán más de mil años muchos más, no sé si tendrá amor la eternidad, pero allá tal como aquí, en la boca llevarás sabor a mi.
Inmenso Goytisolo y magnífica tu sensibilidad por elegirlo.
ResponderEliminarUn beso y mi afecto.
La lluvia
ResponderEliminarcomo una lengua de prensiles musgos
parece recorrerme, buscarme la cerviz,
bajar,
lamer el eje vertical,
contar el número de vértebras que me separan
de tu cuerpo ausente.
Busco ahora despacio con mi lengua
la demorada huella de tu lengua
hundida en mis salivas.
Bebo, te bebo
en las mansiones líquidas
del paladar
y en la humedad radiante de tus ingles,
mientras tu propia lengua me recorre
y baja,
retráctil y prensil, como la lengua
oscura de la lluvia.
La raíz del temblor llena tu boca,
tiembla, se vierte en ti
y canta germinal en tu garganta.
José ángel Valente